Los costarricenses tuvieron prácticamente en el bolsillo a sus rivales en los dos primeros sets, pero al llegar al tercero, una serie de cambios en los cuales se hizo sentir el exceso de confianza, le dieron motivación a sus rivales salvadoreños quienes recuperaron especialmente en los bloqueos y con ellos lograron capitalizar el juego relajado de los oponentes y prolongaron la partida y se mantuvo en el cuarto set forzándolos al quinto y definitivo apretándolos más y ganando el partido.

Tanto el técnico costarricense, César Salas, como el capitán del equipo, Alberto Blanco, reconocieron que el haber subestimado a un rival que sacó recursos en los momentos en que prácticamente tenían perdido el partido terminó pagándoles el pecado de quedar derrotados y obligados a tener que dar el máximo esfuerzo y depender de sí mismos para derrotar a Nicaragua en el cierre del campeonato este viernes 29 de agosto.

Por su parte, Ricardo Rivera, timonel de El Salvador manifestó que la actitud de sus muchachos de creer en sí mismos y de que para ganar y perder hay que hacerlo en la cancha y jugar los partidos fue lo que les llevó a la victoria, y el capitán del conjunto cuscatleco, Rodrigo Chávez dijo que al final del segundo set sus compañeros se comprometieron a tratar de dar todo, de recuperar nuestro recurso técnico como bloqueos y ataques y todo ello 'nos hizo creer en nosotros mismos y perdimos el temor frente a un rival como Costa Rica'.

El Salvador le quitó el invicto con su victoria a los costarricenses que reciben su primera derrota del torneo.

Rodrigo Chávez con 21 puntos destacó por El Salvador, mientras que Alberto Blanco y Ricky Vargas, cada uno con 20 puntos, fueron los mejores por Costa Rica.