TEGUCIGALPA, Honduras, 5 de octubre de 2020.- Héctor Ortíz de Honduras se ha caracterizado por la pasión con la que se desempeña como líbero, siendo ya reconocido a nivel centroamericano desde una corta edad.
Con 21 años, Héctor nos compartió una reseña de lo que ha sido su trayectoria como seleccionado nacional de Honduras, una carrera que inició a los 11 años.
“Mi carrera en el voleibol inició en el año 2011, cuando mi maestro de educación física nos impartía voleibol en la clase y se me acercó para que fuera parte del equipo, una idea bien recibida por mi papá porque yo era gordito y el ejercicio de forma constante me caería bien” indicó.
Fue un año que marcó su interés y pasión por el voleibol, siendo su equipo el que clasificara para ir a competir a Nicaragua en CODICADER, “con solo once años fui el jugador más valioso del equipo de Honduras” dijo con mucha emoción.
Uno de los momentos que definió su trayectoria deportiva fue cuando quedó en la selección Sub-21 con tan solo 16 años, “quedé dentro de los 12 jugadores que eligió mi entrenador Marvin Ulloa, él depositó toda su confianza en mí, al punto que me permitió desenvolverme y generar una personalidad deportiva de confiar en mis capacidades”.
Y es que no es para menos, Héctor obtuvo su primer reconocimiento en un Campeonato de AFECAVOL recibiendo el premio a la mejor defensa.
Otro de los momentos importantes que menciona Héctor fue el reto de formar parte de la selección mayor de Honduras para los Juegos Centroamericanos Managua 2017 a sus 18 años, “en ese proceso habían atletas del más alto nivel competitivo de mi país, jugadores mayores y de mucha experiencia; este reto me permitió adquirir conocimiento de todos ellos y al mismo tiempo entender que toda la exigencia que ellos ponían sobre mí era por el hecho que confiaban en lo que podía hacer y así jamás dejarme caer”.
A nivel colectivo, este ha sido su máximo logro deportivo y a nivel individual son los reconocimientos como Mejor Libero y Mejor Defensa en ese mismo año pero en el Campeonato Centroamericano Sub-21.
Al preguntarle sobre cuál sería su máxima aspiración como voleibolista, nos respondió “jugar fuera de mi país, ya que he tenido ofertas de becas en el extranjero; una meta que planeo poder alcanzarla hasta que culmine mis estudios universitarios (Derecho en UNITEC de Tegucigalpa) y así estudiar una maestría en el extranjero, al mismo tiempo que estar jugando”.
A nivel nacional Héctor ha admirado a Maynor Roble, libero de la selección mayor y al mismo tiempo su entrenador “él fue mi compañero en dos procesos mayores diferentes, pudimos compartir dentro y fuera de la cancha, me ayudó mucho a superar mis miedos e identificar ciertas debilidades en mi juego”.
En tanto que a nivel internacional admira a uno de los liberos de Estados Unidos, “Dustin Watten, lo sigo en sus redes sociales y constantemente explica cada parte de su juego y las formas para poder mejorar”.
Para finalizar la entrevista, Héctor quiso agradecer a todos sus entrenadores; a temprana edad a la entrenadora Esvetlana Raudales y al entrenador Carlo Funez “ambos me ayudaron en mi proceso de formación y me enseñaron lo que era el amor a una camiseta; y también a los entrenadores Marvin Ulloa, Marvin Andino, Alejandro Reyes”.
y a todos mis compañeros que día a día me motivan a querer superarme a mi mismo y nunca querer dejar de aprender. Agradezco también a Carolina Rivas la oportunidad de poder compartir mi historia.
En su mensaje para el voleibol centroamericano, nos comparte “queridos amigos de Centro América que pertenecen a esta bella familia del voleibol, solo les quiero decir que deseo que todos se encuentren bien junto a sus familias y seres queridos, los animo a que no perdamos la fe que dentro de poco terminaremos esto y podremos luchar dentro de la cancha por los colores que tanto amamos; sé que esta situación nos ha quitado la esperanza en muchos aspectos de nuestra vida, pero dentro de este ambiente de negatividad y encierro debemos buscar dentro de nosotros la motivación para nunca descuidarnos tanto en los aspectos físicos como en el ámbito de nuestra salud mental, les quiero a todos y esperemos enfrentarnos pronto”.
No se despide sin antes agradecer también a sus compañeros de equipo quienes lo han motivado a superarse, a nunca dejar de aprender; además a AFECAVOL por brindarle el espacio de contar sobre su historia.